viernes, 18 de diciembre de 2015

Cadáver Esqueleto del Café Teatro Bar Mistyk (Bilbao)




Poema colectivo de la velada del 16 de diciembre en el Café Teatro Mistyk (Bilbao)


Bilbao, 16 de diciembre de 2015.
Casi todo son buenas noticias cuando la poesía se sube al escenario. En esta velada, a través del libro “Sabe la noche” de Teresa Ramos, ganadora del premio del I Concurso de Poesía Noches Poéticas Bilbao 2015, que se presentó en su voz, la de los organizadores del concurso, prologuista, editor del poemario (Editorial LUPI) y las personas amigas que acompañaron a la autora en esta feliz ocasión.

Luego, como siempre, y con el acompañamiento del pianista Mikel que puso alma musical a cada recitado, los poemas de los invitados del público, las interpretaciones del cantautos Txo Braceras, los minutos rompedores de Manu Cajón y las danzas orientales de la jovencísima Lara. Un espectáculo, en fin, ameno, diverso y cultural, para llenar el espacio de dos horas y media de la noche bilbaína. La parte técnica, siempre bien servida y atendida por el infatigable Iñaki Cerrajería(Empresa Atomic).

Y de la velada, en el acostumbrado trabajo de creación colectiva del Cadáver Esqueleto (repetimos que, a diferencia del Cadáver Exquisito de los surrealistas franceses, éste de Noches Poéticas se ofrece en sus huesos, que son los versos que el público asistente escribe sobre el tema de cada velada, y por eso, armado en su esqueleto, toma vida con el nombre mencionado), la animada colaboración de treinta y ocho personas de los asistentes a la convocatoria dio a la luz de la noche el cadáver esqueleto que transcribimos a continuación, inspirado en el título del libro de Teresa Ramos, con el nombre de Todo lo que sabe la noche


Todo lo que sabe la noche

No sé dónde estoy. Estoy presente.
La noche sabe que sé dónde se esconde
y sólo, a veces, no quiere saber nada.

Todo lo que sabe la noche es abrir puertas
y confundo mis susurros con los tuyos.
Olvido en el día lo que aprendí en la noche
que sabe del silencio, de la soledad, de tus manos.

Vaya por todos,
que los astros decidan la aurora,
algo para recordar y disfrutar con dulcura;
así sabe la noche a mediodía rojo,
el frío fluorescente solitario
de tu pubis inabarcable.

La noche duerme, yo me desvelo
y la noche sabe de nosotros subidos a la luna
en esa hora terrible que precede al alba,
y mientras mis pasos retumban
en nuestra noche también cabe la luz,
las ideas clarividentes que se esfuman.

Es una amiga fiel,
hielos que colman los vasos.

Mi secreto a tu lado es el último poema
que sabe a cereza madura y suave.
¿Y qué dirán las estrellas?
Complicar las ideas, antes tan sencillas,
la noche con sombras que son nuestras.

Si la noche hablara, ¿dónde estarían sus hijos?
No es viento, es brisa; no es brisa, es aire.
La noche sabe, pero guarda silencio,
amor a la luz de una vieja farola.

Ella sabe los monstruos que enterré.
Poetízame en tus besos, vérsame en tus sueños;
si la noche hablara toda la belleza de ti...

La noche me confunde. Dáme noche, dáme noche.
Deambulando por calles vacías
en la noche todos los gatos son pardos.
Ponte la máscara, les engañarás una vez más;
la noche te protege,
la noche es mentira,
luz naranja, ramas secas,
aire violento.



NOCHES POÉTICAS
De la composición del texto: González Alonso