jueves, 20 de noviembre de 2014

Los tiempos están cambiando, siempre. Cadáver Esqueleto de Noches Poéticas en el Bar K-2




Los tiempos están cambiando, siempre.
Cadáver Esqueleto de Noches Poéticas sobre el tema de Bob Dylan,  The times they are a-changing (1963)

Siempre. Los tiempos no dejan de cambiar, pero de vez en cuando hay que recordarlo y hay que empujar para que cambien en la dirección de la paz, del reparto equitativo de las riquezas, del trabajo digno, de las libertades y la justicia. Porque sino el tiempo nos lo cambian en la dirección de la explotación del trabajo, de la acumulación de las riquezas y la ampliación de las desigualdades sociales, de la guerra y de la injusticia.

Tal vez esto es lo que hayan querido denunciar ocho integrantes del equipo de Noches Poéticas y otras doce personas más, entre ellas tres músicos, reunidas en torno a la convocatoria de la poesía en la noche del 21 de noviembre en el Bar K-2 de Bilbao.

Tal vez también, metafóricamente, las más de setenta personas reunidas en la cita poéticas mencionada sintieron la necesidad de ascender las alturas de una cumbre como el K-2 para gritar con los poetas y el eco de Bob Dylan, que los tiempos están cambiando. Y para ello escribieron los versos del Cadáver Esqueleto que se puede leer a continuación.



Los tiempos están cambiando,

siempre.

Ay de vosotros que negáis el cambio,
porque acabaréis aplastados.
Añoro los tiempos donde el miedo
lo tenían los fachas.
Porque vivivimos.
Porque azúcares quemados lleva el aire.

Cambia la cama, cambia el espejo donde se hacen buenos
los días.
Porque el mundo respira a destiempo,
porque sino, vivimos estancados en lo mismo
de siempre.
Porque nosotros ¡cambiamos!
Porque amo al mundo,
a ti.

Yo, antes, era más viejo
y ahora soy
más joven. Por eso
están cambiando los tiempos. El tiempo
es cambio constante,
ni pasado ni futuro, sólo
presente.

Ya se ve la luz al final de este túnel.

Pero, de verdad, pregunto
¿los tiempos están cambiando?
No, estamos en un estado de desidia,
conformismo;
se nota ahí, en la boca del estómago
que nada cambia, nunca cambia nada, ni siquiera
Parménides. Cambian
los hombres
para volver a empezar.

No me cambies, mundo ingrato.
¿Que si cambia el tiempo? Ayer... sin H,
hoy... con H. Pero sabes,
la necesidad de avanzar fuerza el cambio;
no es el antes, no es el después, es
el ahora.

Cuando el motor social es el miedo
es que los tiempos
están cambiando.

Cambias, cambia, todo cambia como la luna desde el cielo
empujando a las mareas.

NOCHES POÉTICAS
De la elaboración del texto con las aportaciones del público: Julio G. Alonso