Declaración y agradecimiento:
La pasada velada de Noches Poéticas, celebrada el
miércoles, 23 de noviembre, en el Retro Kafé, fue la número 133 de las convocadas en los bares de Bilbao desde
que comenzamos, en junio 2010. Tuvo una asistencia de unas 80 personas
y participaron más de 20 poetas en el micro abierto.
El equipo de Noches
Poèticas (Andoni Mendia, Ainize Basalo, Aitor Martín, Lander Sánchez, Julián
Borao y Julio González Alonso) quiere agradecer el apoyo permanente
recibido por el público que acude a nuestras veladas, que es quien realmente nos ayuda a seguir adelante.
Nuestra filosofía siempre
ha sido itinerante, habiendo recorrido numerosos locales de Bilbao; sin
embargo, tras la pandemia, nos hemos
visto obligados a repetir varias veces en el mismo local. Queremos aclarar que
las dificultades económicas por las que han pasado los bares durante el
confinamiento, así como el aumento de los costes de mantenimiento, nos han
colocado en una situación de financiación precaria (especialmente, la referida
a los gastos técnicos) ya que los locales tienen dificultades para asumirlos.
La buena disposición de Josu (Retro Kafé)
nos ha permitido seguir adelante y se lo agradecemos de corazón. Confiamos en
poder continuar difundiendo la poesía y la cultura en los bares, a pesar de los
inconvenientes mencionados. En ello trabajamos desde hace 12 años y seguiremos
trabajando en lo sucesivo. Gracias a todo el mundo y, como siempre, ¡nos vemos en los bares!
Y, dicho todo lo anterior, vaya ahora el poema colectivo que llamamos Cadáver Esqueleto y los versos que los asistentes aportaron para su construcción con el título:
La madre suprema
No merece la pena
Te deseo lo peor desde el segundo día
Y sólo entonces beberé tú sangre.
Pero será después cuando lo entiendas
Tu boca moría en la comisura de los ojos,
Que apuntan en tu agravio
A mi lado del camino
Y sigo aquí, fija, esperando
Lo que sé, no va a llegar.
Con tanto rencor, acariciando mis entrañas,
Te pego en el alma,
Me duele en el coño,
Nunca formó parte de mi.
La mejor sonrisa,
La sangre me hierve, que rueden cabezas,
conciencias
y que la justicia mate a todos los hijos de puta del pasado.
No quiero olvidar agravios
Pero sin embargo te quiero,
Será caliente como la carne
Y como la seda, fría.
Sírvemelo sin calentar,
Da igual que haga frío,
Perdón, olvido, amnistía.
Todo esto te haría
Pero al revés.
Que corra la sangre como uno
Y el mal dibuje sus versos.
Cuando el círculo infernal
Se haya encogido, no habrá
Venganza propia, pues habrá por fin muerto.
Sonrío.
NOCHES POÉTICAS
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