viernes, 25 de noviembre de 2022

La Madre Suprema, Cadáver Esqueleto de la jornada del 23 de noviembre de N.P. en el Retro Kafé de Santutxu

Declaración y agradecimiento:

La pasada velada de Noches Poéticas, celebrada el miércoles, 23 de noviembre, en el  Retro Kafé, fue la número 133 de las convocadas en los bares de Bilbao desde que comenzamos, en junio 2010. Tuvo una asistencia de unas 80 personas y participaron más de 20 poetas en el micro abierto.

El equipo de Noches Poèticas (Andoni Mendia, Ainize  Basalo, Aitor Martín, Lander Sánchez, Julián Borao y Julio González Alonso) quiere agradecer el apoyo permanente recibido por el público que acude a nuestras veladas, que es quien  realmente nos ayuda a seguir adelante.

Nuestra filosofía siempre ha sido itinerante, habiendo recorrido numerosos locales de Bilbao; sin embargo, tras la pandemia, nos  hemos visto obligados a repetir varias veces en el mismo local. Queremos aclarar que las dificultades económicas por las que han pasado los bares durante el confinamiento, así como el aumento de los costes de mantenimiento, nos han colocado en una situación de financiación precaria (especialmente, la referida a los gastos técnicos) ya que los locales tienen dificultades para asumirlos. La buena disposición de Josu (Retro Kafé) nos ha permitido seguir adelante y se lo agradecemos de corazón. Confiamos en poder continuar difundiendo la poesía y la cultura en los bares, a pesar de los inconvenientes mencionados. En ello trabajamos desde hace 12 años y seguiremos trabajando en lo sucesivo. Gracias a todo el mundo y, como siempre, ¡nos vemos en los bares!

Y, dicho todo lo anterior, vaya ahora el poema colectivo que llamamos Cadáver Esqueleto y los versos que los asistentes aportaron para su construcción con el título:


La madre suprema

No merece la pena
Te deseo lo peor desde el segundo día
Y sólo entonces beberé tú sangre.

Pero será después cuando lo entiendas
Tu boca moría en la comisura de los ojos,
Que apuntan en tu agravio
A mi lado del camino
Y sigo aquí, fija, esperando
Lo que sé, no va a llegar.

Con tanto rencor, acariciando mis entrañas,
Te pego en el alma,

Me duele en el coño,
Nunca formó parte de mi.

La mejor sonrisa,
La sangre me hierve, que rueden cabezas, conciencias
y que la justicia mate a todos los hijos de puta del pasado.

No quiero olvidar agravios
Pero sin embargo te quiero,
Será caliente como la carne
Y como la seda, fría.

Sírvemelo sin calentar,
Da igual que haga frío,
Perdón, olvido, amnistía.

Todo esto te haría
Pero al revés.

Que corra la sangre como uno
Y el mal dibuje sus versos.

Cuando el círculo infernal
Se haya encogido, no habrá
Venganza propia, pues habrá por fin muerto.

Sonrío.

NOCHES POÉTICAS