viernes, 4 de mayo de 2012

-Pies- Cadáver exquisito en el café-teatro Mystik

Mucha gente, gente nueva, amigos de siempre, buen ambiente, excelente participación, buenas lecturas, música estupenda, mejor organización... una noche poética, en fin, de las que ponen el listón muy alto y de la que todos salimos contentos. Así nació, con la colaboración de 52 personas de las que llenaban el local, el cadáver exquisito propuesto para la ocasión. Hasta dos irlandeses escribieron y nos ayudaron leyendo cada uno su verso en inglés. Sólo he podido rescatar uno de los versos, el de Felipe; el otro lo perdí en el ir y venir del momento. Y ahí está el resultado, un cadáver exquisito exquisitamente vivo, reflejando el inconsciente colectivo de la noche poética, ese del que hablaba Young, a través de los pies. Porque vestimos un cadáver exquisito de la cabeza a los pies y de los pies a la cabeza. ¡Hay que ver las ganas de escribir y de contar y de participar! Solamente queda daros las gracias por ser tan especiales.



Mis raíces
siguiendo las huellas a la orilla del mar;
sin vosotros no camino, os quiero mucho,
pies del alma encendida la llama en calma,
sujetando mi peso conectándome a la tierra
me subyugáis de tal manera…
talones y suelo, blanca palidez, la muerte
en columna de quita y pon

-verso en blanco-

¿Pa’qué os quiero, sino para correr?
No somos exhibicionistas, no somos poetas.

Estas huellas plantares que son mi basamento
en unos zapatos demasiado estrechos para un camino tan ancho;
y, entonces, soltamos aquello: ¡hey!¿Yo para qué os quiero?

No los siento, los necesito
sobre las nubes y el suelo;
dolor y equilibrio me dais
y aún estando doloridos realizais largos caminos,
ese maravilloso par de amigos que a todas partes nos llevan
donde empiezan los caminos
cargando la pesadez de mi camino,
se confunden con las rocas…
¡cuánto me dolió aquel pelotazo en el pinrel!

Sosteniendo la armadura de tu cuerpo,
pies doloridos por el camino transitado,
aroma ardiente, lejano a veces,
alas de azor en la balconada
I used to complain because I dad no shoes, until I met a man who had no feet*

Y en ese instante, sintiéndolos en mis zapatos
tengo los pies negros a mis raíces atados.

Noches Poéticas
Montaje del texto: Julio G. Alonso



*Yo solía quejarme de no tener zapatos, hasta que me encontré con un hombre
que no tenía pies (proverbio indio aportado por el irlandés Felipe)