LA CIUDAD, Cadáver Esqueleto en la presentación del II Premio de Poesía Noches Poéticas Bilbao 2016
La velada de este 21 de enero del recién estrenado año 2017 da comienzo con
algo tan especial como la entrega y presentación de un premio, el II Premio de
Poesía Noches Poéticas Bilbao que formará parte de la Colección Noches Poéticas
con el número 4. Se trata del poemario “La X en la palabra”, del autor cordobés
Fermín Castro González.
En la presentación, introducida por
Julio González Alonso siguiendo el prólogo de Teresa Ramos, ganadora de la
convocatoria 2015 con “Sabe la noche”, se subraya el carácter reflexivo de los
temas presentados con ironía, rozando lo descarnado en ocasiones que nos tiende
puentes entre los saberes antiguos y la más rabiosa actualidad. Pareciera que
la poesía de Fermín encarnase la triple ascendencia cultural cordobesa, la
cristiana, la judía y la árabe, y que por sus versos aparecieran Séneca,
Averroes o Maimónides, para explicar el mundo de hoy y explicarnos sus
contradicciones, sobreponerse al amor y encontrar el resquicio abierto a la luz
de la comprensión y el conocimiento.
Fermín Castro González, presente en la
velada, nos habló de su poesía y con su poesía para cerrar el acto y abrir su
libro por las páginas de la vida.
Pero la tarde, que se hizo pronto noche,
nos trajo la compañía de un buen puñado de participantes que respondieron a la
llamada de Noches Poéticas. Pasaron por los micrófonos y las luces que nos
instala Iñaki Cerrajería (empresa Atomic, luz y sonido), Iker Arrieta, Greta
Frankenfeld, Lánder Sánchez, Alazne Bañales, Ritxi Poo, Tania Parra, Manuel Vicente
Cajón, Coro Benito, Javier Arnaiz, MªJosé Mielgo, Txetxu Madroñal, Yerel, Luis
Oroz, Alberto Infante, Gonzalo Villar, Andrea Uña, Carla Alonso, Begoña
Montehermoso, Martín Martínez, Txemi del Olmo, Pablo Müller, Loren Simón y el
equipo organizador de Noches Poéticas: Julio González Alonso, Julián Borao y
Mónika Nude que, junto al pianista y la intervención de última hora de dos
poetas más, completaron con sus actuaciones la velada.
Siempre, a pesar del tiempo
transcurrido, cada convocatoria de Noches Poéticas nos sorprende con algo; en
esta ocasión, tal vez fuera el estreno de la sección “Los inmortales” que nos
trajo Alberto Infante, o quizás la intervención de Julián y Julio interpretando
un romance al que pusieron arreglos y música en sus voces y guitarras; pero
siempre, o casi siempre, nos encontramos con la sorpresa de la creación
colectiva del Cadáver Esqueleto. Esa espontánea escritura de un verso sobre un
tema que cada asistente que lo desea hace y que luego arma Julio González
Alonso y da lectura al final de la velada, nos atrae y sugestiona de manera
singular. Los cadáveres esqueletos, que tienen vocación de libro, son seguidos
con suma atención y cada cual atiende para escuchar su verso moverse en el
conjunto del poema, sentir que fuerza y dimensión y significado cobra lo que
escribió, hasta el punto de que, cuando el transcriptor de los versos o
elaborador del poema se confunde en una palabra, bien porque la escasa luz del
local dificulta su lectura o porque la letra ofrece dudas, acuden a corregirla
con prontitud. Señales de interés que dicen mucho de la salud de estos cadáveres
esqueletos, cada día más ágiles y dinámicos.
El Cadáver Esqueleto de esta noche llevó
por título “La ciudad”. Y aquí la tenéis, recién construida, soñada o temida:
LA CIUDAD
El portal bostezaba minifaldas del sábado.
Reunión de protones, electrones y neutrones;
me asustan los puntos negros.
No fui yo quien la elegí;
cauce de mundos, vertiente de ciudades,
algunas, ruidosas de noche y silenciosas de día. No importa
donde estés siempre y cuando tu alma
encuentre cobijo.
Humeantes alcantarillas de ceniza y memoria;
ella llena de vida, con paso de viandante,
el brillo de las estrellas que desaparece como los edificios.
Vivir en tres ciudades
Vivir en tres ciudades
Vivir en tres ciudades:
De la luz
De la sombra
De la luz.
Mis pies te pisan suaves, tetris
de soldados. Por la noche
luces de destellos y la gente es alma,
¡qué tan grande y hermosa eres de amaneceres,
yo me adentro en sus calles casi sin querer!
Como una serpiente venenosa
poblada de calles y soledad,
ciudad de caramelo y miel,
nido de calor que busca la paloma,
bonita donde nací yo y mi nostalgia,
salvaje sincronía de grises y metales,
la cuna y alcoba de mi vida,
cascadas salpicando querencias,
pies buscando antiguas huellas de sonrisas,
Córdoba sur morena de aceituna
-sólo quiero seguir tu luz-
Bilbao rojizo norte de hierro.
El portal bostezaba minifaldas del sábado.
Reunión de protones, electrones y neutrones;
me asustan los puntos negros.
No fui yo quien la elegí;
cauce de mundos, vertiente de ciudades,
algunas, ruidosas de noche y silenciosas de día. No importa
donde estés siempre y cuando tu alma
encuentre cobijo.
Humeantes alcantarillas de ceniza y memoria;
ella llena de vida, con paso de viandante,
el brillo de las estrellas que desaparece como los edificios.
Vivir en tres ciudades
Vivir en tres ciudades
Vivir en tres ciudades:
De la luz
De la sombra
De la luz.
Mis pies te pisan suaves, tetris
de soldados. Por la noche
luces de destellos y la gente es alma,
¡qué tan grande y hermosa eres de amaneceres,
yo me adentro en sus calles casi sin querer!
Como una serpiente venenosa
poblada de calles y soledad,
ciudad de caramelo y miel,
nido de calor que busca la paloma,
bonita donde nací yo y mi nostalgia,
salvaje sincronía de grises y metales,
la cuna y alcoba de mi vida,
cascadas salpicando querencias,
pies buscando antiguas huellas de sonrisas,
Córdoba sur morena de aceituna
-sólo quiero seguir tu luz-
Bilbao rojizo norte de hierro.
NOCHES POÉTICAS
21 de enero de 2017
De la redacción y composición del texto:
Julio González Alonso
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