VOLVER
Velada del 23 de octubre de 2025 – NOCHES POÉTICAS en ESPACIO DAVINCI – BILBAO
Estrenar temporada es como estrenar
libros, zapatos o un amor. Hay nervios, emoción, curiosidad; la misma que
reunió al numeroso público asistente y participante en la velada de Noches Poéticas
en la tarde y noche del 23 de octubre en el DAVINCI de Bilbao. Fue muy
estimulante ver el local lleno, de gente y de versos y de música, la que
pusieron con gran inspiración y acierto el dúo Gandarwa, venidos desde Vitoria
para traernos –fundamentalmente- aires celtas en la flauta y la guitarra para
acompañar una noche temática dedicada a la poesía irlandesa. El concurso “Caza El Gazapo” fue resuelto con el
acierto del poema que no era irlandés, de los cuatro leídos, por nada menos que
18 personas. Se hizo el correspondiente sorteo y la ganadora eligió como premio
uno de los libros de la colección de Noches Poéticas. Y así, felices, nos hicimos la foto.
Andoni Mendia, miembro del equipo de N.P., estrenó libro e hizo la presentación con la colaboración de los amigos que le ayudaron en la selección de poemas y la organización de la obra que lleva por título Be Kind, publicada en la colección TaToo de la editorial Vitruvio.
Amigos de siempre y magníficos poetas y
narrradores como Alberto Infante o Blamca Sarasua, desgranaron sus versos
junto a jóvenes poetas que, acompañados por su profesora, nos regalaron las
reflexiones y sentimientos de sus poemas con acierto y pasión. Noches Poéticas
se revela, después de 14 años de andadura, como un espacio abierto a todas las
edades donde la juventud es protagonista.
Con todo lo dicho es fácil adivinar el
ambiente entrañable y la atmósfera mágica creada en la velada. A ello
contribuyerón también, además de la música y los poemas leídos o recitados, las
actuaciones del perfopoeta Manuel
Vicente Cajón y la escritura colectiva del Cadáver Esqueleto de la velada. El
tema, Volver, resultó sugerente y
animó a más de 45 personas a escribir su verso para ensamblar en los huesos de
este cadáver esqueleto y darle la vida de la poesía surrealista. Un poema
extenso, lleno de acertadas imágenes, que fue leído y celebrado al final de la
noche y que ahora podemos leer aquí.
VOLVER
El respeto consiste en el abrazo a uno
mismo.
Se piensa, se siente… son las emociones y los gestos
lo que importan. El reflejo de una sonrisa
olvidada. Volver
a ser,
al mar con el azul que refleja el cielo
donde no quedará rastro de tus huellas.
Estoy aquí
y nada ni nadie me volverá a apartar,
no volveré a ser aire, sólo presencia. Volveré
a ser luz y sombra, el arroyo en el arrullo
de la palabra
regresando a pretéritos perfectos.
Llegaremos alguna vez. No
regreses… quédate ahora donde estás,
aquí brota el latido de mi corazón por ti.
Volver a tu corazón, vuelve
para quedarte
y aquí stoy otra vez
por ti, sólo por ti voy
a buscarte sin miedo
cuando es tarde.
Me giro, te veo, te recuerdo, nos
recuerdo
y confundo mis huellas con las tuyas. Salir
de un sueño para volver a la rutina,
el bombeo desesperado por vivir
cuando todo parece que se termina y la historia
se vuelve a repetir.
Regreso a la rutina, al ruido, dejando atrás
sueños cumplidos.
Que la luz, la oscuridad y la verdad
siempre vuelven. El mundo
está necesitado de amor y empatía.
Regresar a cuando el tiempo no era resbaladizo.
Volar a casa,
volver a remar para llegar otra vez
y finalmente el nadar queda en nada
y los lujos no dejan de ser un crimen.
No regresa la guerra que nunca se va;
redescubrir en la garganta cárceles de algas,
los árboles prisioneros liberando sus rehenes
al vaivén del mar.
Calma, ajetreo, descanso, intensidad,
nada
y todo,
hogar y un lugar hudidizo de plumas de avestruz.
Sin embargo,
la luz se desvanece del recuerdo,
aspira a domar las estrellas,
cualquier punto equidistante de una circunferencia
vacía, porque varias vecesse recorren los caminos.
¿A dónde se vuelve entonces?
Si crees que será fácil retomar la distancia,
mejor vuelve otro día.
Ayer te echamos mucho de menos, Alejandro;
saltamos y volvimos a saltar. Todo el día
saltando. Con el aroma de las algas en tu pelo
recuerdo, en verano, el tiempo que se detiene
y se alarga después en la memoria.
Con todas mis fuerzas deseo fallar.
De nuevo me encontraba en aquella espiral, pero
lo has dicho tú, el día del mal
aunque quede invisible, de más rosa, siempre se quedan
las raíces
y vuelven lúgubres, vuelan raudos los estíos, noche
de octubre
con calor, calor desasosegante
y noche para celebrar poemas de amor.
Cuando dejé de sentir miedo fue
demasiado tarde
para regresar; el sueño era real
allí donde todo empezó. Donde
todo
acaba.
NOCHES
POÉTICAS
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