viernes, 20 de diciembre de 2013

NOCHES POÉTICAS en el HOTEL ABANDO




La pasada velada de Noches Poéticas en el Hotel Abando de Bilbao sumó a la poesía y la ironía o las expresiones surrealistas de algunos autores, la sensualidad de la danza del vientre que llevó a cabo un grupo de bailarinas en distintos momentos de la noche. En el ambiente relajado y navideño de estos días no podía faltar el tema para el Cadáver Esqueleto. Esta tendencia compulsiva al regalo y las felicitaciones que nos posee es caldo de cultivo para la publicidad con que intentan que consumamos todo tipo de productos. Detrás de ello tal vez se persiga ser más feliz. Sea como sea, lo cierto es que cada navidad reproducimos la misma situación de la anterior y compramos más, con crisis o sin ella.

El público asistente a la velada del Hotel Abando agarró el toro por los cuernos y, puestos a ello, expresaron a través de los versos del cadáver esqueleto de la noche su opinión, sentimientos y valoración sobre la publicidad. Aquí está para que aquí lo disfrutéis:

LA PUBLICIDAD

¡Atención, señoras y señores, estamos de oferta!
La mejor crítica gratis…, inútil, desgraciadamente.
Te recuerda aquello que deseas,
te hace creer que necesitas lo que deseas
y cuando todo termina, ¡qué grande es la mentira!
¿Pero dónde quedó aquello que ansiabas?
Ideas vacías, sin cuerpo real.
Para darse a conocer ha de ser indispensable
¡el anuncio de un beso en Navidad!
(Rebota, rebota, en tu culo explota
como mordisco de promesas).
Nos condiciona la vida y la existencia
para consumirnos en el consumo
agredidos por una espiral de bífidus
que alienan en bombillas de alto consumo,
¡y sin kilocalorías!
Omnisciente, mercantil abecedario
de lectura urgente y compulsiva.

Pero ¿cómo llego a ti?, ¿tiene que ser así?
Provoca, siempre provoca, ¡qué insinuación!,
¡qué sensación! Insistencia pura.
¡Lo haré, lo haré seguro!
Nos meten por los ojos aquello que ellos quieren:
Engaño en papel de regalo, ¡y transparente, por favor!
¡Compren lo imposible, que ya es tarde!

Sueño con ella al despertar,
trato de hacerla realidad.
Descubrimiento espantoso y perverso,
la muerte en mi rutina.
Expuesto sin censura, mentira interminable,
Cómprame, para algo te serviré.
Hazme caso aunque no quieras
y la cabeza se nos llenará de colores, letras,
para que desviemos la atención.
Es todo lo que no tengo que hacer:
decidir por mí misma
pues, sin saber  que lo necesitabas,
involucraste mi entendimiento
haciéndome esclava de tener lo que no quiero.

Felicidades de diseño,
quimeras que envenenan el sueño
pero que dan vida al sueño
y se hace realidad.

Diría algo pero prefiero no hacerlo…
Es el vacío.

De la redacción y composición del texto:  Julio González Alonso