19 DE JUNIO
DE 2024. FINAL DE TEMPORADA 2023/2024 EN EL ESPACIO DAVINCI BILBAO
Se acostumbra a decir
que las despedidas son tristes. No en esta ocasión en la que la despedida viene
cargada de premios y buenas noticias para la poesía que, tras el paréntesis
veraniego, volverá con más fuerza a las veladas de Noches Poéticas en el Espacio
Davinci de Bilbao.
Y es que, patrocinado
por el mismo Espacio Davinci, en esta velada todavía primaveral se entregaron
los premios a los ganadores del I Concurso del Poema 2024, que resultaron ser:
1.-Primer premio
valorado en 200 euros y un lote de libros de la colección de N.P. al poema
titulado LECCIÓN DE METAFÍSICA BUDISTA de ISIDRO VICENTE MOLINA
2.- Segundo premio
valorado en 100 euros y lote de libros de la colección de N.P. al poema
titulado RENTA PER CÁPITA firmado por MANUEL MOLINA REINA
3.- Tercer premio
valorado en 50 euros y lote de libros de la colección de N.P. al poema que
lleva por título POEMA EN TRES MINUTOS del cantautor JAIME YAKAMÁN
Los tres autores
recibirán, además, un diploma
acreditativo de su participación y premio conseguido en la convocatoria del
premio. Nuestras felicitaciones y agradecimiento a los ganadores y a todos los
participantes que, en esta ocasión, tuvieron menos suerte, pero que aportaron
con mucho mérito la calidad de sus versos al concurso.
Se anuncia, gran noticia,
la convocatoria del VI Premio de Poesía
Noches Poéticas y Espacio Davinci Bilbao, 2024. El Espacio Davinci dotará
el premio con 500 euros en metálico y Edicones Vitruvio participará con la
edición de la obra ganadora y 25 libros a su autor en concepto de derechos por
la primera edición. Noches Poéticas
organiza y coordina el concurso, del que podéis leer las bases en este mismo
cuaderno, en Facebook y en la plataforma escritores.org
El ambiente relajado y
festivo siguió mientras que el periodista del diario Deia preguntaba a los asistentes y se hacían fotografías para el
reportaje publicado al día siguiente, 20, en el mismo diario y en el espacio “El callejón de las botxerías” con el
título “La vida en verso y entre melodías”.
En el apartado musical
tuvo una excelente acogida la intervención del cantante cubano Álex Méndez que contagió con sus ritmos
caribeños a los asistentes, así como la sensibilidad del pianista Mikel de Vicente para arropar los
versos que se fueron leyendo en cada poema con las notas de su teclado. La
poesía plástica y rupturista en forma de perfopoesía de Manuel Vicente Cajón volvió a sorprender y hacer reír al respetable
con la agudeza de sus exposiciones.
Una tarde y noche que
no quería terminar. Ambiente relajado, alegre y fraterno. La felicidad de los
autores ganadores del concurso y las felicitaciones de todos. En fin, una
velada más en la línea de Noches Poéticas que el público agradece y comparte y
espera en cada ocasión.
Como colofón a este
pequeño reportaje, traeremos los tres poemas que –finalmente- resultaron ser
los vencedores del I Concurso del Poema Noches Poéticas-Espacio Davinci Bilbao.
PRIMER PREMIO:
LECCIÓN DE METAFÍSICA
BUDISTA
Isidro Vicente Molina
¿Alguna vez has visto
la luz de alguna tarde y has pensado "ay, esta luz de hoy,
esta luz, es la misma que la luz de otra tarde"?
Pues bien: no hay nada permanente y todo es cambio. Todo es
como
un gran río que no cesa, que nunca se detiene:
hay quien afirma, incluso, que es imposible repetir un beso,
pues cambiarán los labios, y no serán los mismos, y cambiará ya
el beso,
y no será ya el mismo.
o algo así. Todo esto lo aprendí de los budistas.
No te estoy escribiendo este poema para darte lecciones de
pensamiento indio, ni para ver tu cara de aburrido. Tampoco soy budista.
No, no te escribo por eso:
te escribo porque hoy,
en esta tarde clara, amor, la luz en el paseo por el que te
traje de la mano
es muy bella. Es exactamente igual de bella
que en la otra tarde clara de luz bella de hace un par de meses
en que los árboles bailaban y el sol chocaba en ellos y entraba
como
espuma por la ventana doble de mi cuarto.
La luz, como te digo, hoy es muy bella, pero si pienso bien -y
duele-, no es la misma luz,
porque ya los budistas lo dijeron: la luz de cualquier tarde
está sujeta al cambio y no persiste, existe apenas en mi iris
que la mira y en las manos que la sienten calurosa
cuando se tiende suave sobre ellas,
existe, en fin, apenas en un hueco entre algo que no existe
y su reflejo (que
tampoco existe).
Y me duele saber que esta luz de esta tarde no es la misma que
la luz de esa tarde
que acarició tu espalda tenuemente y que envolvió tu rostro
fino
cuando girabas a mirarme o sonreías,
porque me trae de vuelta a la agonía. Saberme luz, sabernos luz
que acaba y que nunca permanece, sabernos un instante que
acaricia algún cuerpo,
saber que no existimos me trae, como te digo, de vuelta a la
agonía.
Pero en tardes como esta, regreso a aquella tarde
en la que nos besamos, en la que nos amamos y más tarde
escapamos temiendo que mis padres llegaran, temiendo que pudieran encontrarnos
desnudos aún aquí, sudados aún aquí, juntos aún aquí.
Y es que hoy -te confieso-
que la luz es tan exactamente similar y tan exactamente igual
de bella
a la de aquella tarde, clara todavía,
he decidido reclinarme sobre el blanco arrugado de mis sábanas,
justo en la forma blanca que dejaste al tumbarte sobre ellas
exactamente igual que lo hice aquella tarde igual de bella,
cuando aún estabas recostado aquí,
e imaginar que no hay impermanencia:
que la luz que las tiñe hoy es la misma, que el aire que las
roza hoy es el mismo, que yo también, amor, hoy soy exactamente el mismo y que
puedo besarte el mismo beso exactamente igual que lo hice aquella tarde igual
de bella.
SEGUNDO PREMIO:
RENTA PER CÁPITA
Manuel Molina Rein
Quedarán mis palabras impresas
en la pulpa de este papel.
Querrán sus acentos
deshacer los nudos de la miseria,
sus verbos aplacar el dolor.
Llegarán los pronombres, tú,
yo, nosotros, ellos,
hasta donde los ojos quieran,
hasta donde quieran las voces
llevarlas en volandas.
Dejará el peine de la tinta
tirabuzones en el aire,
el vestido de la gramática sonrisas en las horas festivas,
lágrimas sus puntos suspensivos
en las aguas de los ríos que van al mar de Jorge Manrique,
que es el morir.
Quizá tomen el camino recto,
den una vuelta o un rodeo...
o quizá se queden para no volver.
TERCER PREMIO:
POEMA DE TRES MINUTOS
Jaime Yakamán
Propongo para estas noches construir un poema de tres minutos
con unos versos
que caminen hacia la plaza
y asusten a turistas despistados.
Unos versos rotos por una generación perdida.
Unos versos roncos que atraviesen avenidas y puentes.
Húmedos versos. Cruce de las aguas.
Fríos,
golpes de tormenta.
Un golpe emblanquecido por las rocas negras de tus ojos.
Versos
que golpean en seco.
Unos versos que resuelvan la ecuación de
un poema solitario.
Versos para levantarse de la cama o del sofá. Para levantarse.
Versos solidarios.
Que se escuchen, que se lean y se canten.
Publicados en la papelera de reciclaje
de un ordenador poco inspirado.
O, desordenado, sin publicar.
Unos versos...
líquidos, para saciar la sed del olvido.
Para saciar el hambre del recuerdo.
Y la poesía.
...como el pan de cada día...
En fin.
Unos versos cortos
para no extenderme demasiado
y, sobre todo,
que saluden
y agradezcan
a cada una de las voces
y oídos que hoy nos acompañan.
Aquí, en estas veladas
versificando noches que comparten
su tristeza, sus amores y delirios.
Versos
para continuar lo que comenzamos.
Noches partidas detrás del verso.
Versos que no duren tres minutos en el temblor de la memoria
o que cimbren como temblor de tres minutos, la mente.
Versos que no duren tres minutos brillando.
Que no duren tres minutos prendidos
y estallando
en el oído.
Pero que golpeen de tal forma que nada pueda repetir ese mismo
instante.
Que nada pueda interrumpir la voluntad de seguir escribiendo.
NOCHES
POÉTICAS
¡NOS VEMOS EN LOS
BARES!