NOCHES
POéTICAS
BILBAO
La
velada del 15 de octubre de 2025 quiso acordarse de algo que se celebra todos
los días, que es la vida, y la forma de alegrarse de estar vivos que son los
cumpleaños. También hay cumpleaños tristes, solitarios, sin ilusiones, y
entonces la vida se hace más pesada y peor de llevar.
Todo
ello les fue propuesto a los asistentes a la noche poética del 15 de octubre en
el Espacio DaVinci de Bilbao para escribir un verso, ese huesecillo que unido a
otros siempre acaban armando un gran esqueleto vivo de poesía.
Cada cual eligió qué cumpleaños recordaba, quería, tuvo, no tuvo, echó en falta, disfrutó, con quién sí, con quién no, dónde o bajo qué cielo. Así son las creaciones colectivas de estos “cadáveres esqueletos” que solamente son cadáveres hasta que se arma el esqueleto de la poesía en el poema colectivo. Como esta noche.
Un
total de 30 asistentes respondieron al requerimiento para expresar en un verso
la imagen del cumpleaños. Treinta versos de treinta experiencias distintas y un
único poema.
El
tema de presentación y apertura de la velada fue Jose Ángel Valente, poeta de la Generación
del 50. Se leyeron algunos de sus poemas. Y se regaló un libro a la
acertante del concurso “Caza el gazapo”,
consistente en adivinar quién leyó un poema que no era de Valente.
Y
en la relajada velada del 15 de octubre, rozando el otoño, entre versos
recitados o leídos y canciones hermosas en la voz cubana de Alex Méndez, nació
de la imaginación y experiencia colectiva el cadáver esqueleto CUMPLEAÑOS.
Fecha
de doble filo,
la felicidad de estar en el tiempo.
hoy celebramos la vida
y las pequeñas cosas
un año más, un año menos
siempre más, siempre contigo en el punto de partida.
Me abro camino, paso firme
al exterminio, bofetón del tiempo
hoy, que es el cumple de Pablo,
el primer cumpleaños que bendices la mesa.
Hasta que se fue supe lo que era
morir de amor
aprendiendo a celebrar el camino
y, cuando se termina, me entra la tristeza.
Tres mil días amando tu ectoplasma
entre la vida y el sueño.
¡Vivir! Sin contabilizar el tiempo
que me queda.
Feliz vuelta al sol y a tu corazón;
no dejemos nunca de celebrar un año más.
La luna alumbró su vida;
seré tu invitado en un día tan hermoso,
uno más contigo
mi vida un cumpleaños sin edad.
Que no se detenga la suma de los años;
celébrate, celébranos, celebremos
como se celebra el sol, bajo la lluvia,
cada mirada
y un día al año nos acompaña la utopía;
el calendario me recuerda un año menos
hoy
que se cumple el cincuenta aniversario
de mi muerte, ojitos de mar,
carita de nácar, soplar velas
hasta el fin del horizonte,
una hoja menos en el árbol de la vida
respirando el olor de las velas del tiempo.
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